“Que 20 años no es nada…”
A
mediados de los 90, en plena crisis post-olímpica, llegué a una conclusión: el
sector del taxi iba a sobrevivir y debía aferrarme bien al volante para poder
sobrevivir yo también.
Barcelona
había triunfado con la organización de los JJOO en 1992 y preparaba su enésima
adaptación al futuro que se vislumbraba. La apuesta era clara: una ciudad
moderna, abierta, donde la diversidad de culturas la convirtieran en un sitio
apetecible para todo tipo de visitantes, ya sean particulares o profesionales.
Se crearon infraestructuras para hacer de Barcelona una ciudad de servicios. Y
el taxi es un servicio.
Fruto
de la necesidad de supervivencia profesional, nace el proyecto TaXXI, una apuesta que hicimos un puñado de taxistas sin ser
conscientes del alcance real de nuestros planteamientos, que no solo eran
profesionales, también apostábamos muy fuerte en el aspecto social. Debíamos adaptarnos
al futuro inmediato pero queríamos hacerlo dejando una seña de identidad.
Así
nació un proyecto con 3 pilares muy definidos: la Calidad, la Responsabilidad
y la Solidaridad.
Con
el mínimo de realismo necesario y el máximo de ilusión, llegamos a demostrar
que nuestras iniciativas eran viables. El hecho de ser honestos en las
propuestas y transparentes en la gestión, originó dudas en aquellos que, desde
sus despachos, debían fomentar la sostenibilidad de nuestras acciones.
Las
dudas de los dirigentes “responsables” se originaban en la imposibilidad de
gestionar la actitud desinteresada de los taxistas, cuyo beneficio de imagen
recaía en ellos mismos; tampoco las mejoras profesionales que intentamos
convencían porque los beneficios iban directamente a los usuarios. Sin
intermediarios.
Nos
adelantamos como mínimo 20 años a la realidad de nuestro entorno; 20 años….... o
más!
No hay comentarios:
Publicar un comentario